La educación médica en el siglo XXI 2008 Original pdf
Se presentan dentro de los capítulos del libro diversas herramientas para lograr el crecimiento de la educación en medicina, las cuales son múltiples y variadas, algunas de ellas en desuso y otras más que están en el armamentario, pero que no se han implementado por problemas en costos y capacitación. El abanico de posibilidades se ejemplifica bien con el uso de los simuladores en pregrado y posgrado, su desarrollo, sus ventajas, alcances y limitaciones. La medicina basada en evidencias como un ejemplo a seguir dentro de la actualización del conocimiento y colaboradora para el control de la incertidumbre en la toma de decisiones que se presenta ante los casos difíciles.
Cómo influye la tecnología de la información puesta a disposición en el consultorio del médico y en los hospitales, la que permite mejorar y resolver problemas con relativa facilidad, hasta llegar a la telemedicina, que se ha usado con buenos resultados en nuestro país en situaciones de crisis, desastre y otras de las cuales México y el médico no están exentos.La revisión de la educación médica no estaría completa sin tocar lo relativo a la influencia y responsabilidad que tienen las instituciones del sector salud, los hospitales, sus políticas y sus expectativas dentro de la salud, y cómo esto se ve incluido en las currícula que las diversas escuelas y facultades de medicina tienen para dar cabida y atención a los cambios epidemiológicos diversos que enfrentamos cotidianamente, como problemas de salud pública regional y nacional, cómo responden los formadores de médicos a esta circunstancia tan cambiante dentro del currículo, lo cual le da flexibilidad y proporciona como resultado mejor preparación del médico ante los problemas emergentes y las expectativas dentro del siglo XXI.
Dentro de los puntos destacados en el estudio de la educación del adulto en medicina nos enfocamos a ampliar lo referente al razonamiento clínico, situación compleja de la aplicación del conocimiento y de las experiencias clínicas en el reconocimiento y tratamiento del paciente, todo ello apoyado con un amplio conocimiento en el qué y cómo aprenden los adultos, hecho que ha generado diversos movimientos educativos para darle solución desde la escuela de medicina a la práctica profesional —ejemplos de ello son el uso del aprendizaje basado en problemas, la evaluación clínica objetiva estructurada, mejor conocida por sus siglas en inglés como OSCE, y la lectura crítica, por señalar algunos de los más difundidos.La influencia de estas condicionantes en el abordaje moderno de la enseñanza de las especialidades ha logrado en ocasiones generar un espacio “ideal” donde se estimula y respeta a la individualidad en aras de incrementar la calidad de los servicios bajo un enfoque que favorece la creatividad y la necesidad de investigar y generar nuevas rutas del conocimiento, con la generación de centros de investigación epidemiológica dentro de hospitales generales, convocando y poniendo al alcance de más médicos clínicos las diversas herramientas de la investigación para su uso cotidiano; de ahí el dilema, también secuela de los cambios que estamos enfrentado, sobre cuál es nuestra necesidad actual de generar investigadores con nombramientos académicos, tales como maestros o doctores, o buenos, muy buenos técnicos en investigación, que sepan usarlas para dar salida a los problemas del día a día, a pesar de que esto no signifique mayor emisión de grados académicos o incremento en los salarios, aspecto muy importante porque es una premisa aspiracional real, actual y válida.
Es por ello que la revisión sobre el impacto real de la investigación clínica en la práctica de la medicina adquiere un valor importante dentro de esta obra.Finalmente, se dio una carga importante a la presentación de los puntos de vista e influencia que tienen dentro de la educación médica continua las Asociaciones médicas de especialidades, el papel destacado y controvertido de la evaluación que los Consejos realizan para otorgar la certificación, hecho que destaca por ser, fuera de las evaluaciones dentro del proceso formativo, la única forma y momento en el cual el médico se somete voluntariamente a un proceso de este tipo; de igual manera, consideramos muy importante incluir en esta obra el trabajo que se está realizando en nuestro país sobre la evaluación de las escuelas y facultades de medicina, con el objetivo de lograr homogeneizar en la medida de lo posible los recursos que se tienen en cada institución y garantizar la cobertura de oferta de educación.